El abogado defensor, José Miguel Garrido, solicitó, por su parte, que, dado que el hombre lleva en prisión más de un año y medio, el resto de la pena que le queda por cumplir se cambie por una expulsión de España, país al que no podría volver, al menos, en diez años.

El abogado defensor, José Miguel Garrido Maestre, aclaró que las partes han llegado a un acuerdo, a pesar de que su defendido siempre se ha declarado inocente, pero ha aceptado la pena, «calificada como no grave», por su beneficio penitenciario

La presidenta de la Sección Primera de la Audiencia de Ciudad Real, que lleva el caso, María Jesús Alarcón, señaló que esta cuestión se abordará a la hora de redactar la sentencia.

La jueza recordó que el hombre está en situación irregular en España y que no tiene documentación, por lo que, antes, habrá que establecer si la identificación que él ha dado sobre si mismo es correcta o no.

Relato de los hechos

Los hechos ocurrieron sobre las 11.30 horas del día 7 de julio de 2009, cuando el acusado, que pilotaba una avioneta Cessna, notó la presencia de un avión F-1, dos aviones F-18, del Ejército del Aire, y un helicóptero de la Guardia Civil.

Ante ello, empezó la operación para deshacerse de la droga, que expulsó por la ventana derecha de la avioneta y que estaba repartida en varios paquetes y bolsas.

El hombre fue detenido en el aeródromo de Casarrubios del Monte (Toledo), hasta donde siguió después de ser localizado por los aviones del Ejército y el helicóptero de la Guardia Civil.

Según confirmó su abogado, el hombre ha mantenido siempre su inocencia, que desconocía el aeropuerto de dónde despegó y a dónde se dirigía pero aceptó la pena impuesta, y ratificó que la avioneta provenía del sur y que fue localizada por los aviones del Ejército cuando cruzó el Estrecho.